Introducción:
La organización de las Cáritas es considerado en todo el mundo la obra mediante la cual, de manera orgánica y organizada, una Iglesia Diocesana, en comunión con otras iglesias Diocesanas, promueve la pastoral de la caridad.
El Papa Juan Pablo II en 1979, en una Asamblea General de Cáritas Internacional decía “Es de capital importancia que los cristianos testimonien la caridad solidariamente, que sus corazones sean formados en ella y que sus deseos de acción caritativa sean esclarecidos, que sus iniciativas sean coordinadas…este es el papel de las asociaciones caritativas en la Iglesia y especialmente de Cáritas”.
Cáritas surgió en Alemania en 1897; se difundió en toda Europa a principios del siglo veinte; la constituyó en Confederación Internacional en 1950 el Secretario de Estado de entonces, el Cardenal Montini, futuro Paulo VI; el concejo Episcopal Latinoamericano en 1955 acuerda promover la creación de entidades Cáritas en todas las diócesis de América Latina.
El Obispo de la diócesis de Abancay ha tenido siempre la inquietud de proponer y/o fortalecer espacios organizados para aquellos cristianos deseosos de desarrollar la dimensión social de nuestra fe. Una de las maneras de comprometerse organizadamente en este ámbito es la conformación y participación de las Cáritas Parroquiales.
El desarrollo de estas Cáritas Parroquiales es considerado una de las prioridades que la Diócesis de Abancay consideró en el Plan Anual Diocesano del 2009. El objetivo es que en cada una de las parroquias exista un grupo organizado de voluntarios de todas las profesiones, amas de casa, artesanos, estudiantes, etc., bajo la supervisión de su párroco y asesorado permanentemente por la Cáritas Diocesana. Muchas comunidades parroquiales todavía no cuentan con una Cáritas parroquial ya organizada, capaz de asumir la animación y la acción social de la comunidad cristiana de su territorio. Sin embargo, tanto los sacerdotes, religiosos (as) y laicos, tenemos que tener conciencia de una necesidad humana y prioritaria que Benedicto XVI en su encíclica Deus Caritas Est ha subrayado con mucha fuerza: el compromiso caritativo y social es, junto con la catequesis y la celebración, un elemento esencial de la misión evangelizadora de la Iglesia.
La creación de las Caritas Parroquiales tiene la misión de “proponer, organizar y acompañar” en el proceso de formación de las Cáritas Parroquiales dentro de nuestra Diócesis, con el apoyo y acompañamiento de todo el personal de la Cáritas Diocesana, formulando las propuestas de implementación, diseño y puesta en marcha de las Cáritas Parroquiales en todo el ámbito de la jurisdicción eclesial. Paralelamente la Cáritas Diocesana de Abancay pone sus recursos humanos y profesionales en la organización y capacitación de los voluntarios.
2.0 Que es Parroquia?
La parroquia es el lugar familiar donde la memoria de Jesús es narrada, acogida, celebrada y compartida. Es el lugar habitual en el cual la Iglesia lleva entre las casas de la gente esta historia de amor de Dios que está en Jesús y que se encarna en la historia concreta y cotidiana de los hombres.
El mismo término parroquia significa literalmente “junto a la casa”. A través de la parroquia todo cristiano se siente en la casa común de la Iglesia; se hace posible así expresar la proximidad entre las personas, sintiéndose partícipes de la Palabra, del Pan de la Eucaristía y de los gestos concretos de la caridad.
3.0 Que es una Cáritas Parroquial?
La Cáritas Parroquial es un equipo de personas presidido por el párroco de cada jurisdicción dentro de la Diócesis de Abancay, con el apoyo de diáconos, religiosos (as), seminaristas y laicos que se encargan de animar, coordinar, promover, y estimular el testimonio de la caridad en la vida de los miembros de la comunidad a vivir el mandamiento del amor. Es decir a confirmar, con obras de caridad, la fe que profesa y celebra. El desarrollo de las Cáritas Parroquiales servirá para fortalecer la presencia de la red de Cáritas en nuestra Diócesis.
Objetivos
- El objetivo principal es formativo, se trata de ayudar a toda la comunidad parroquial poner la caridad en el centro del testimonio cristiano, de modo que las personas aprendan a servir a Dios que está presente en los pobres concretos que están en el territorio donde las familias viven, éstos son parte de la comunidad.
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Animación, comunicación de bienes y promoción del “voluntariado”. La Cáritas Parroquial para cumplir su función animadora en la comunidad, será preocupándose de las condiciones de vida de los miembros marginados; saber donde están, quiénes son, cuáles son sus necesidades. No se trata de una mera clasificación de necesidades sociales, sino de un esfuerzo de comprender a los pobres, de abrirles las puertas de la parroquia para que sean mirados como hermanos.
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Las Cáritas Parroquiales pueden promover las acciones concretas que ya existen en la misma parroquia y tienen su historia e identidad propias, o bien se podría activar algunas nuevas.
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Promover, generar y fortalecer la acción socio-pastoral de la comunidad eclesial, a través de la conformación de las Cáritas Parroquiales, animando a los laicos, desde la defensa y la promoción de la persona humana para generar su desarrollo integral.
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Evaluar permanentemente la realidad social de la parroquia para que la comunidad asuma su responsabilidad en apoyar a la comunidad marginada a crecer y desarrollarse.
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Promover las Cáritas Parroquiales motivando, animando y convocando a las comunidades parroquiales a ejercer en forma efectiva el amor solidario y servicial.
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Motivar la elaboración y ejecución de proyectos de desarrollo comunal, acompañándolos desde la Cáritas Diocesana en la generación de ingresos auto sostenibles.
- Promover la formación de voluntarios dentro de cada parroquia.
Metas.
- Asistencia solidaria y de promoción humana.
- Generación de ingresos sostenibles
- Acercamiento de la Doctrina Social de la Iglesia.
- Coordinación permanente con el voluntariado católico y otros.
Metodología.
- Desarrollar el proyecto en la parroquias que tienen formados sus equipos de asistencia social y ayuda humanitaria.
- Empezar a trabajar con el grupo de parroquias que participaron en el taller de formación organizado por la Cáritas Diocesana, y de ellas genere la idea para que otras puedan hacerlo también.
- Integrar a las Cáritas Parroquiales como parte del Plan Pastoral de la parroquia y a la Cáritas Diocesana como parte del Plan Pastoral Diocesano.
- Integrar las actividades de ayuda humanitaria y/o social a nivel de las Cáritas Parroquiales.
- Realizar constantemente talleres de procesos de formación locales de las Cáritas Parroquiales.
- Recoger las experiencias existentes y sistematizarlas (tanto experiencias parroquiales como grupales).
- Realizar talleres de formación de voluntarios dentro de la comunidad.
Miembros.
Pueden participar todas las personas que deseen comprometerse con la pastoral social parroquial, todos los grupos parroquiales, habrá un equipo coordinado por el Párroco.
Funciones.
- Sensibilizar a la comunidad cristiana en la caridad y la justicia, estimulando la vivencia del Evangelio para que con el testimonio personal se configure una comunidad solidaria.
- Investigar la realidad social de la comunidad parroquial, elaborando un diagnóstico integral de sus necesidades y problemas.
- Promover formas prácticas de participación en acciones y proyectos a favor de los más necesitados. Ejecución de programas de capacitación, de desarrollo, de asistencia y otros.
- Organizar encuentros donde se promueva la participación de otros grupos de la parroquia en acciones concretas y puntuales de Cáritas.
- Impulsar la participación en la pastoral de conjunto de toda la Iglesia.
Financiamiento.
Para conseguir la estabilidad de las Cáritas Parroquiales, es necesario un cambio de mentalidad pasar del recibir a dar. Es buscar el autosostenimiento: Convocando al voluntariado, concertando con distintas entidades, motivando a la comunidad cristiana y levantando proyectos en coordinación con la Cáritas Diocesana. |