
Caminante, no hay camino; se hace camino al andar: Una reflexión a los procesos de gobernabilidad e interculturalidad
La ponencia intenta dar a conocer la debilidad existente a los procesos participativos de descentralización y gestión del desarrollo local. Esto se debe no solamente a la rotación de las autoridades; sino a una constante y débil cultura de participación ciudadana-política de la población, la escasa difusión e información a los procesos concertados del desarrollo local. Asimismo, por la carencia de información fluida y ausencia de seguimiento y acompañamiento a los procesos de presupuesto participativo que generen conocimientos y experiencias creíbles de manera oportuna.
Los procesos democráticos se fortalecen a partir de los mecanismos de participación ciudadana, porque permite una gestión local compartida del desarrollo sostenible la calidad de vida de la sociedad civil. En el departamento de Apurímac, provincia de Abancay, Perú- los procesos participativos encuentran una serie de dificultades nada pertinentes y mucho menos interculturales, porque dicha participación requiere de mecanismos de autocontrol que vigilen y acompañen los procesos participativos, así evitar el abuso, falta de credibilidad y el caos a los procesos de presupuesto participativo. Las organizaciones comunales y municipales conviven en los municipios, unas se rigen por sus principios autóctonos-comunales y las otras por la organización política donde existe representatividad democrática en elecciones.
Al convivir estos dos tipos de democracia u organización se produce un desencuentro, ocasionando que la población campesina quechua hablante tenga poca participación y poca representatividad en tales instancias como: Comités de Vigilancia, los Consejos de Coordinación Local, la Elaboración y Actualización de los Planes de Desarrollo distrital y el espacio de Presupuesto Participativo. Al mismo tiempo, la población también manifiesta la falta de credibilidad a estos procesos, porque no se ven cambios, no existe un acompañamiento-vigilancia; tanto de la población en general y mucho la autoridad elegida democráticamente atiende procesos coyunturales y sensacionalistas. Ante esta realidad, estos mecanismos de participación se ven debilitadas.
Ante los escasos resultados alcanzados por los gobiernos locales y el debilitamiento de las organizaciones sociales de la sociedad civil, que inciden en estos problemas. Desde Cáritas Abancay hemos propuesto desarrollar procesos de fortalecimiento de capacidades hacia las mujeres-población que durante años ha permanecido desplazada, discriminada en estos procesos participativos. Apostando por desarrollar políticas públicas pertinentes, contextualizadas a la realidad, fortalecer las capacidades de la gestión local y el fortalecimiento de las organizaciones sociales, de luego construir buenas prácticas en gestión municipal-organizacional y comunal, de esta manea valorar la identidad, cultura y lengua.
Este proceso busca contribuir al fortalecimiento de una ciudadanía propositiva como actor y protagonista del ejercicio ciudadano democrático, para el uso adecuado de los recursos públicos, que permitan a las ciudadanas y los ciudadanos entender y comprender que la democracia va más allá del voto y elección de la autoridad local y que el desarrollo es responsabilidad de todos y no sólo de las autoridades. En nuestra propuesta de trabajo hemos incorporado los enfoques de género, interculturalidad y la nueva ruralidad, porque son enfoque de carácter inclusivo y pertinente en el tiempo y espacio, una de las lógicas de vida del mundo andino quechua. No podemos hablar en este momento de resultados, pero sí de un inicio por construir una democrática participativa e intercultural.
Palabras clave: cultura, interculturalidad, ciudadanía, derecho, gobernabilidad y género.